Trump se equivoca al centrarse en balanza comercial: TWSJ

 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene razón al enfatizar la reciprocidad en las relaciones comerciales, pero su error es centrarse en la balanza comercial con países individuales y no en las reglas de acceso al mercado, sostuvo el diario The Wall Street Journal.

 

El comentario figura en un articulo de opinión titulado “La guerra comercial de Trump”, firmado por Douglas Irwin, profesor de Economía John French en Dartmouth College, como adaptación de su libro “Choque sobre el comercio: una historia de la política comercial de Estados Unidos”, publicado por la Universidad de Chicago.

 

ELEVAR ARANCELES

Durante la campaña electoral, Trump solicitó aranceles elevados sobre las importaciones de China y México, y en su discurso inaugural dijo que, cuando se trata de comercio, “la protección conducirá a una gran fortaleza y prosperidad”, aunque el presidente no se considera proteccionista, apunta Irwin.

 

“Su objetivo es reemplazar los acuerdos comerciales existentes, que considera ‘un desastre’ y ‘unilaterales’, y adoptar un nuevo enfoque. Como dijo a los líderes en la región de Asia y el Pacífico en una cumbre de noviembre, los acuerdos comerciales deberían basarse en “equidad y reciprocidad”, anotó.

 

Al exponer este principio, Trump se une a una larga lista de presidentes norteamericanos que han respaldado el comercio justo y la reciprocidad, pero quiere lograrla “no en las reglas del juego, sino en un resultado particular: la balanza comercial con países individuales”, cuestionó.

 

Los economistas desde Adam Smith han argumentado que la balanza comercial, particularmente cualquier superávit o déficit bilateral, no es la medida correcta de los beneficios del comercio, pues “no tiene importancia por sí mismo”, como la reciprocidad en el acceso al mercado, sostuvo.

 

EU ABDICA A SU LIDERAZGO

Al abandonar o socavar estos tratos, incluso los bilaterales, la administración de Trump abdica del liderazgo de Estados Unidos, porque otros países se vuelven reacios a negociar sobre los resultados en lugar de las reglas, anotó.

 

Mucho de lo que la administración está haciendo sobre el comercio no es nuevo, pues cada administración identifica políticas o prácticas específicas que violen las normas comerciales, pero lo nuevo e inusual es el enfoque de la administración en la balanza comercial con los países individuales, ejemplificó Irwin.

 

En el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México no impone ningún arancel a los bienes estadounidenses ni viceversa, explicó el experto, y lo mismo habría sido cierto en el marco de la Asociación Transpacífico, de la cual la administración Trump retiró el apoyo de Estados Unidos.

 

El comercio no es como un libro mayor, donde las importaciones son el costo y las exportaciones son el beneficio, pues los superávits y los déficits comerciales no indican que un país esté “ganando” y el otro “perdiendo”, precisó.

 

La semana pasada, el Departamento de Comercio informó un aumento del déficit comercial, lo que se debe a que a la economía le está yendo bien y la tasa de desempleo ha caído a casi el 4.0 por ciento, puntualizó.

 

AGRESIVA RETÓRICA DE “GANAR-PERDER”

El presidente Trump se ha quejado de acuerdos comerciales supuestamente injustos con Japón, México y Canadá sin siquiera decir realmente qué han hecho mal, aparte del desequilibrio en el intercambio bilateral con ellos, indicó.

 

La agresiva retórica de “ganar-perder” de la administración Trump no sólo pone a otros países a la defensiva, sino que también los desconcierta, porque la balanza comercial no es algo que los gobiernos controlen directamente, agregó.

 

La decisión “precipitada” de Trump de retirarse del TPP y sus amenazas de retirarse del TLCAN significa que ahora se considera a Estados Unidos como un socio poco confiable, con el riesgo de que más exportadores estadounidenses enfrentarán discriminación en los mercados extranjeros, alertó.

 

El presidente Trump o su sucesor eventualmente tendrán que ponerse al día para restablecer el acceso equitativo que las empresas norteamericanas demandarán, finalizó.

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